No soy nadie en la vida

No soy nadie en la vida. No soy esto, ni aquello ni lo de más allá. No pretendo "hacerme un nombre", no aspiro a convertirme en nada. Todas las posibilidades son limitaciones. Puedo explorarlas, pero no quiero definirme en función de ninguna de ellas.

Puede ser divertido disfrazarse, pero no quiero pasarme la vida con un mismo disfraz, ni aspiro a ser admirada por ello, por representar un papel, por ser quien no soy. Puedo jugar con un disfraz o con otro, pero son sólo eso, disfraces, y, tras un tiempo, todos se vuelven incómodos. Prefiero la desnudez de lo que soy, aunque sea invisible para quien no ve la suya.
Ese disfraz que queda cuando me quito los disfraces, eso que parezco cuando no intento parecer nada, todavía eso no soy yo. Eso que parece lo más básico de mí, todavía eso me es externo. La desnudez es aún una vestimenta.

No soy nadie en la vida. Soy todavía menos de lo que parezco. Y no aspiro a más, porque no me conformo con menos.